LAS FINANZAS PERSONALES




Edición
Dalila Calcagno Lopez

Azua de Compostela, Rep. Dom.:

El término finanzas se refiere a una rama amplia de la economía que trata directamente el estudio de las transacciones y la administración de dinero entre personas físicas y jurídicas tanto en el sector público como privado.

El tema de las finanzas, ya sea en ámbitos personales como profesionales, es determinante para el logro del éxito financiero, considerando que las finanzas tendrán buena participación siempre y cuando actúen en combinación con la disciplina.

Las finanzas personales  se refieren al manejo y administración de dinero y bienes de un individuo o familia. Es decir, la administración de todo tu dinero: tus ingresos, tus gastos, bienes materiales, fondos de ahorro, fondos de inversión, seguros, créditos, etc.

El uso del dinero no es gastar, ni derrochar, ni suplir actividades no necesarias para nuestro desarrollo como entes profesionales multiplicadores de ideas. El uso inteligente de nuestros recursos financieros va mucho más allá de eso; administrar sabiamente tu dinero puede generar más riqueza a largo plazo que progresar en tu carrera profesional para tener un mejor salario.



Una persona exitosa en términos financiero dedica tiempo suficiente para tomar diversas medidas con relación al control de sus ingresos, a la inversión que asegurara su futuro, a conocer y saber aprovechar sus activos, a fomentar su patrimonio y a despedirse paulatinamente de sus pasivos sin que esta despedida le afecte sus ingresos actuales.

Para el logro de estas medidas las personas con deseo de lograr el éxito en las finanzas personales utilizan estrategias que disciplinan la manera de realizarlas usando como principal herramienta el tiempo y el valor monetario que le correspondería a cada una de esas estrategias.

Crear un presupuesto forma parte de esas estrategias,  normalmente cuando las personas crean un presupuesto están sujetos a resolver imprevistos que puedan surgir a lo largo del camino, en el sentido que en el presupuesto está comprendido el ahorro , que es una proporción de los ingresos base mensuales que pueda recibir la persona.

El ahorro consta del 10% de los ingresos y es otra estrategia que utilizan esas personas que desean disciplinarse financieramente. Es importante ahorrar porque es lo que nos garantizará invertir y edificar nuestro patrimonio.



Es imprescindible que nuestra calidad de vida no arrope el total de nuestros ingresos, la única manera de crecer financieramente es asegurándote que tu calidad de vida no consuma todo lo que ganas, y esto lo podemos lograr analizando cada paso con relación a compras que vayamos a ejecutar; con la intención de disminuir lo más posible los gastos y aumentar nuestros ingresos; antes de comprar debemos analizar si eso que vamos a comprar lo necesitamos y en que nos beneficiaria, evaluar si la cantidad de ropas, zapatos, joyas cubren la cantidad de eventos que tenemos planeados por año en caso de que sean eventos que sumen a nuestro desempeño profesional como conferencias, talleres, seminarios.



















Autora: 

Dalila Calcagno López 

(Contadora, Conferencista y Escritora)

















Colaboración:

Prof. Henry Valdez, M.A.

(Mercadólogo y Economista)



QUE ES LA POBREZA




¿QUE ES LA  POBREZA Y QUIENES SON POBRES?


La pobreza, la marginación, la miseria, el hambre, las necesidades y las desigualdades sociales no son algo históricamente superado por ninguno de los países del mundo en su totalidad, donde según el último informe demográfico de las Naciones Unidas en el año 2017, informaba que en el mundo existen 7550 millones de personas, de los cuales más del 60 por ciento son pobre y un 17 por ciento viven en pobreza extrema, y el resto son de clase media, media alta y alta.

Al escribir este artículo me refiero a pobreza como el empobrecimiento (capitalista). No se trata tanto de sus formas cuantitativas («medir cuanto pobres existen y porque»), sino de reflexionar sobre los orígenes de la pobreza, los procesos y causas del empobrecimiento.

¿Por qué no se erradica en la actualidad la pobreza, si es objetivamente evitable?

Éste es el planteamiento: Porque los pobres son y han sido durante toda la historia de la humanidad necesarios, tanto para lo económico, social, político, moral, religioso, militar, profesional y para la supervivencia del mundo moderno.

De todo el dinero, los bienes y riquezas del mundo si se reparte en porciones iguales en toda la humanidad, basta y sobra para que todo el mundo sea más que rico, millonario, pero esto representaría un caos en todos los sectores, económico, social, polito y profesional.


Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la pobreza es un problema complejo y multidimensional que se proyecta en muchos aspectos de la sociedad. No es una condición dada, su existencia pone en peligro el más importante de los derechos humanos: el derecho a la vida, y socava la dignidad del ser humano. Asimismo, la pobreza amenaza la estabilidad política, la cohesión social y la salud ambiental del mundo. La solución es posible si todos los países se conectan y luchan por un fin común: erradicar la pobreza, cosa que a muchos políticos, líderes y empresarios mundiales no les convendría.

Donde es fundamental que cada país comprenda que para la erradicación de este problema, es ineludible algo más que la expansión del Producto Interno Bruto (PIB), medidor por excelencia del “crecimiento económico”; es vital que se vislumbre la implementación de un proceso multidimensional donde intervienen diversos factores, desde los económicos (creación de empleos, mejora de la productividad, etc.) hasta los culturales (respeto a los derechos humanos y a la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer) para que todos los humanos puedan poseer un nivel de vida digno.

Los términos pobre, pobreza o empobrecimiento no han sido nunca uniformes, sino que, según los períodos históricos, teniendo en cuenta las variables económicas, sociales, políticas, militares e incluso morales y religiosas, han ido variando y tomando diferentes connotaciones. De aquí la amplitud y diversidad del concepto, que, en definitiva, refleja un estado de diversos tipos de carencias de, al menos, alguna clase de bienes importantes para la vida social e individual.

La pobreza es un estado de debilidad, de dependencia, de subordinación o humillación, respecto a la privación de medios para conseguir la subsistencia, pero una existencia humanamente digna; medios de todo tipo: económicos, sociales, de poder o saber, de salud, de honra, etc., aunque no han de faltar todos en la misma persona.

El concepto de pobreza ha ido cambiando con el tiempo y los diferentes modos de vida: en una sociedad guerrera eran pobres principalmente quienes no disponían de armas: los desarmados. En el mundo medieval, la pobreza fue, de hecho, una realidad cotidiana; hasta el siglo XIII, los pobres eran quienes carecían de la condición de señores, es decir, el pueblo llano, los campesinos.

A partir de entonces, con el nacimiento y crecimiento de los burgos o ciudades y la instalación en ellos de los comerciantes y mercaderes, aparece el pobre de ciudad o mendigo, andrajoso, enfermo, colocado a la puerta de los monasterios de las órdenes mendicantes, para recibir la limosna diaria.

Durante los siglos XVI al XIX, son pobres, en las ciudades, sobre todo quienes no tienen un oficio especializado y no pertenecen a los gremios; en el mundo rural, las familias que carecen de tierras, los jornaleros o braceros.


A partir de la revolución industrial la pobreza dejó de ser un fenómeno universal e inevitable y apareció la pobreza individual. En los países industriales «pobre» y «obrero» eran prácticamente sinónimos, tanto en el pensamiento marxiano como en la encíclica Rerum novarum. La explotación salarial se extendió también a mujeres y niños.

En la actualidad consideramos pobres a las personas que, excepto sus clases dominantes, habitan en el Tercer Mundo, subdesarrollado y oprimido; en él se aprecia la expresión más exacta de la pobreza actual: hambre endémica, miseria, hábitat insalubre, enfermedades crónicas, etc.

Aún dentro de la pobreza, siempre ha habido una distinción más, los pobres de solemnidad. El pobre, por lo común, tiene fuerzas para trabajar y ganarse el sustento diario, aunque las circunstancias socioeconómicas del momento no se los posibiliten. Sin embargo, el pobre de solemnidad suele ser un enfermo crónico, imposibilitado, sin ninguna otra ayuda que la caridad de los demás o el oficio de la mendicidad, que a veces ni el mismo puede desempeñar

En el Tercer Mundo, los pobres siguen pasando hambre y carencias físicas, causa por la que su tasa de mortalidad es altísima, sobre todo en niños de corta edad, y sus expectativas de vida y longevidad son muy cortas.

En conclusión la pobreza es un estado donde el individuo no posee lo necesario para vivir dignamente, reconociendo que existen también a aquellos  que no poseen ni consiguen lo mínimo para vivir, para su salud y para su cuidado, a los que llamamos pobreza extrema.

Recordando la historia del padre prepotente, orgulloso y con aire de riqueza y altanería mandó a su hijo a vacacionar a un campo de familia pobre, donde después de una semana el niño en el campo, el padre quiso mantener su espíritu de riqueza y poderío preguntándola su hijo que le explicara su experiencia de vivir en pobreza.

Para sorpresa del padre, el niño reconoció quienes eran verdaderamente pobres,  agradeciéndole a su padre la oportunidad de permitirle saber lo pobre que ellos era.

Recordemos que aparte de que existe el pobre que por lo general conocemos, que es el necesitado, hambriento y mendigos, también existen los pobres de espíritu, los pobres de felicidad, lo pobres de amor, los pobres de salud y los pobres de libertad.

-Hay gente tan pobre que sólo tienen mucho dinero. 
Rodolfo Costa 

-La pobreza consiste en sentirse pobre.
Ralph Waldo Emerson.

-La pobreza fue el factor motivador más grande en mi vida.
Jimmy Dean.


Autor:

Henry Valdez, M.A.


Mercadólogo, economista y escritor.
809-490-0022




¿QUE ES LA  POBREZA Y QUIENES SON POBRES?


La pobreza, la marginación, la miseria, el hambre, las necesidades y las desigualdades sociales no son algo históricamente superado por ninguno de los países del mundo en su totalidad, donde según el último informe demográfico de las Naciones Unidas en el año 2017, informaba que en el mundo existen 7550 millones de personas, de los cuales más del 60 por ciento son pobre y un 17 por ciento viven en pobreza extrema, y el resto son de clase media, media alta y alta.

Al escribir este artículo me refiero a pobreza como el empobrecimiento (capitalista). No se trata tanto de sus formas cuantitativas («medir cuanto pobres existen y porque»), sino de reflexionar sobre los orígenes de la pobreza, los procesos y causas del empobrecimiento.

¿Por qué no se erradica en la actualidad la pobreza, si es objetivamente evitable?

Éste es el planteamiento: Porque los pobres son y han sido durante toda la historia de la humanidad necesarios, tanto para lo económico, social, político, moral, religioso, militar, profesional y para la supervivencia del mundo moderno.

De todo el dinero, los bienes y riquezas del mundo si se reparte en porciones iguales en toda la humanidad, basta y sobra para que todo el mundo sea más que rico, millonario, pero esto representaría un caos en todos los sectores, económico, social, polito y profesional.


Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la pobreza es un problema complejo y multidimensional que se proyecta en muchos aspectos de la sociedad. No es una condición dada, su existencia pone en peligro el más importante de los derechos humanos: el derecho a la vida, y socava la dignidad del ser humano. Asimismo, la pobreza amenaza la estabilidad política, la cohesión social y la salud ambiental del mundo. La solución es posible si todos los países se conectan y luchan por un fin común: erradicar la pobreza, cosa que a muchos políticos, líderes y empresarios mundiales no les convendría.

Donde es fundamental que cada país comprenda que para la erradicación de este problema, es ineludible algo más que la expansión del Producto Interno Bruto (PIB), medidor por excelencia del “crecimiento económico”; es vital que se vislumbre la implementación de un proceso multidimensional donde intervienen diversos factores, desde los económicos (creación de empleos, mejora de la productividad, etc.) hasta los culturales (respeto a los derechos humanos y a la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer) para que todos los humanos puedan poseer un nivel de vida digno.

Los términos pobre, pobreza o empobrecimiento no han sido nunca uniformes, sino que, según los períodos históricos, teniendo en cuenta las variables económicas, sociales, políticas, militares e incluso morales y religiosas, han ido variando y tomando diferentes connotaciones. De aquí la amplitud y diversidad del concepto, que, en definitiva, refleja un estado de diversos tipos de carencias de, al menos, alguna clase de bienes importantes para la vida social e individual.

La pobreza es un estado de debilidad, de dependencia, de subordinación o humillación, respecto a la privación de medios para conseguir la subsistencia, pero una existencia humanamente digna; medios de todo tipo: económicos, sociales, de poder o saber, de salud, de honra, etc., aunque no han de faltar todos en la misma persona.

El concepto de pobreza ha ido cambiando con el tiempo y los diferentes modos de vida: en una sociedad guerrera eran pobres principalmente quienes no disponían de armas: los desarmados. En el mundo medieval, la pobreza fue, de hecho, una realidad cotidiana; hasta el siglo XIII, los pobres eran quienes carecían de la condición de señores, es decir, el pueblo llano, los campesinos.

A partir de entonces, con el nacimiento y crecimiento de los burgos o ciudades y la instalación en ellos de los comerciantes y mercaderes, aparece el pobre de ciudad o mendigo, andrajoso, enfermo, colocado a la puerta de los monasterios de las órdenes mendicantes, para recibir la limosna diaria.

Durante los siglos XVI al XIX, son pobres, en las ciudades, sobre todo quienes no tienen un oficio especializado y no pertenecen a los gremios; en el mundo rural, las familias que carecen de tierras, los jornaleros o braceros.


A partir de la revolución industrial la pobreza dejó de ser un fenómeno universal e inevitable y apareció la pobreza individual. En los países industriales «pobre» y «obrero» eran prácticamente sinónimos, tanto en el pensamiento marxiano como en la encíclica Rerum novarum. La explotación salarial se extendió también a mujeres y niños.

En la actualidad consideramos pobres a las personas que, excepto sus clases dominantes, habitan en el Tercer Mundo, subdesarrollado y oprimido; en él se aprecia la expresión más exacta de la pobreza actual: hambre endémica, miseria, hábitat insalubre, enfermedades crónicas, etc.

Aún dentro de la pobreza, siempre ha habido una distinción más, los pobres de solemnidad. El pobre, por lo común, tiene fuerzas para trabajar y ganarse el sustento diario, aunque las circunstancias socioeconómicas del momento no se los posibiliten. Sin embargo, el pobre de solemnidad suele ser un enfermo crónico, imposibilitado, sin ninguna otra ayuda que la caridad de los demás o el oficio de la mendicidad, que a veces ni el mismo puede desempeñar

En el Tercer Mundo, los pobres siguen pasando hambre y carencias físicas, causa por la que su tasa de mortalidad es altísima, sobre todo en niños de corta edad, y sus expectativas de vida y longevidad son muy cortas.

En conclusión la pobreza es un estado donde el individuo no posee lo necesario para vivir dignamente, reconociendo que existen también a aquellos  que no poseen ni consiguen lo mínimo para vivir, para su salud y para su cuidado, a los que llamamos pobreza extrema.

Recordando la historia del padre prepotente, orgulloso y con aire de riqueza y altanería mandó a su hijo a vacacionar a un campo de familia pobre, donde después de una semana el niño en el campo, el padre quiso mantener su espíritu de riqueza y poderío preguntándola su hijo que le explicara su experiencia de vivir en pobreza.

Para sorpresa del padre, el niño reconoció quienes eran verdaderamente pobres,  agradeciéndole a su padre la oportunidad de permitirle saber lo pobre que ellos era.

Recordemos que aparte de que existe el pobre que por lo general conocemos, que es el necesitado, hambriento y mendigos, también existen los pobres de espíritu, los pobres de felicidad, lo pobres de amor, los pobres de salud y los pobres de libertad.

-Hay gente tan pobre que sólo tienen mucho dinero. 
Rodolfo Costa 

-La pobreza consiste en sentirse pobre.
Ralph Waldo Emerson.

-La pobreza fue el factor motivador más grande en mi vida.
Jimmy Dean.


Autor:

Henry Valdez, M.A.


Mercadólogo, economista y escritor.
809-490-0022




“No me des pescados, mejor enséñame a pescar…”


En estos tiempos modernos, donde los ricos son cada vez más ricos y los pobres son cada vez más pobres, existe una gran desigualdad social y económica, producto de la mala distribución de las riquezas en términos generales. Se considera a una persona o familia pobre a aquella que no cuentan con el monto necesario para sus necesidades básicas y que no tiene satisfecha la canasta esencial por persona.
Otra de las tantas maneras existentes de identificar hogares pobres es con el cálculo de las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), el cual identifica como pobres a aquellos hogares y personas que no pueden satisfacer sus necesidades de vivienda, educación, acceso a agua potable y servicios sanitarios, entre otras.
Los mapas de pobreza, los servicios sociales de la presidencia y todos aquellos programas para combatir ese mal,  deberían de utilizarse para la focalización y concentración del gasto público a favor de la masa desposeída, estas herramientas ayudaría al gobierno y las autoridades competentes a ubicar donde se concentran las poblaciones en condiciones económicas más desfavorables y que son más vulnerables al alto costo de los servicios y la canasta familiar,  lo cual permite formular políticas económicas y sociales más eficientes y que verdaderamente lleguen a los más necesitados.
Según el Informe de Desarrollo Humano para el año 2000 nos muestra que a pesar de mejoras en algunos sectores y servicios durante las última décadas, la pobreza sigue siendo muy elevada en América Latina, donde más de la mitad de la población Dominicana  (46%) es pobre y un (17%) es extremadamente pobres.

El principal reto de las autoridades de turno y los que vendrán en los siguiente 50 años, seguirá siendo enfrentar la pobreza, para lo cual se necesitan más y mejores propuestas de desarrollo de la población en general y los diferentes sectores productivos del país en plazos a corto, mediano y largo plazo, buscando crear las condiciones políticas, sociales, económicas y ambientales, que permitan a los dominicanos no solo salir de la pobreza sino contar con las oportunidades de escoger su propio proyecto de vida y forma de producción económica que más le convenga y de mayor provecho tanto propia como de los suyos y su entorno.
Los estudios estratégicos, las ayudas de las autoridades en servicios sociales y la creación de las fuentes necesarias para mejorar la calidad de vida de una gran parte de los dominicanos en pobreza y en pobreza extrema, deben trascender más allá del gobierno de turno, se deben elaborar tomando en cuenta las opiniones de la población, los sectores productivos, las asociaciones de profesionales y la voz del pueblo.
Felicitamos el esfuerzo que han realizado las autoridades presente y otras que han pasado en la creación de programas especiales de ayuda y socorro en las necesidades básicas, como son alimentación y salud, pero que no llenan del todo las expectativas de un pueblo que se hunde en la pobreza y los servicios son cada vez más caros y difíciles.
Sería mejor crear las condiciones para que cada dominicano en edad y capacidad productiva pueda ganarse la vida por medio de las fuentes de empleo creadas por las autoridades y los medios en que puedan desarrollar su vida dignamente.
Creo que en vez de regalarle tarjetas de solidaridad, bono gas, bono luz y funditas de comida, fuera mejor crear fuentes de empleo, mejor distribución de las riquezas y que en vez de estar esperando doscientos pesos mensuales del gobierno por medio de una tarjeta, mejor sería proporcionar a esas personas un trabajo estable y no darle el dinero ni las provisiones como lo hacen y lo han hechos todos los gobiernos dominicanos.
En conclusión les diría a las autoridades, a los gobiernos y entidades de ayuda y servicios que no le den el dinero, mejor que los enseñen a producir dinero.
Recordando una frase muy famosa que dice “Regálale un pez a un hombre y comerá un día. Enséñale a pescar y comerá toda la vida…” Todos los gobiernos dominicanos desde que tengo uso de razón y a mi corta edad, han llevado a cabo exactamente estas mismas actividades, regalando “funditas, cajas y tarjetas” para hacer campaña proselitista, lo que lamentablemente a los que la reciben les hacen más mal que bien, tanto a ellos como a este país el cual es eminentemente pobre.
Haciendo esto nos hacen un país más pobre y acostumbran a las personas a las funditas y la tarjeta en vez de proporcionar una garantía laboral y mejor calidad de vida.

"Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida".

 

Autor:

Henry Valdez, M.A.


Mercadólogo, economista y escritor.
809-490-0022



EL DINERO

LOS MILAGROS DEL DINERO Y SU IMPORTANCIA


Sin lugar a dudas, el dinero es uno de los factores de mayor preponderancia e importancia en la vida económica de cualquier persona, país ó pueblo, no sólo por ser un medio de pago por los bienes que adquirimos, sino por el impacto que causa tenerlo ó no tenerlo, su buen o mal uso.

Tener dinero es una bendición de Dios, pero no tenerlo se convierte en una desdicha e impotencia social y económica, lamentablemente algunas personas que tiene dinero lo manejan con codicia, lo utilizan para humillar a otros y creerse dioses, ahí está lo malo, vivir para el dinero, así es entonces una maldición tener dinero; pero que el dinero trabaje para nosotros es otra situación, una persona con dinero puede afrontar los problemas y resolverlo más fácil, peros si no dispone de dinero, los problemas controlarán su vida.

“El dinero no es la vida, es tan solo vanidad”, y es cierto en cuanto a la vanidad que el dinero provoca en algunas personas, la soberbia, orgullo, el despotismo y otros defectos que le provoca el dinero a muchas personas; esos efectos son propios de las personas ignorantes, e insensibles, el dinero no es la vida, pero da y alarga la vida ó facilita los medios para que la vida sea más estable, cómoda y duradera.

Existen casos de personas que se han salvado de morir, gracias a tener el dinero para una operación quirúrgica costosa y delicada, estar en coma y en sala de cuidados intensivos , para después recuperarse del todo y continuar viviendo muchos años más. Gracias a que el dinero que tenía hizo posible superar una grave situación, sin embargo otro han perdido la vida por no disponer de los recursos para comprar algún medicamento ó someterse a alguna procedimiento médico.


Tener dinero es necesario para satisfacer nuestras necesidades básicas: alimentación, ropa, vivienda… por todo lo que tenemos que pagar. Es también con su ayuda que podemos cumplir nuestros sueños. Se puede decir que no se necesita dinero, pero necesitamos ponernos de acuerdo con el hecho de que, o tú comenzarás a tomar el control de tu dinero, o la falta de ello comenzará a controlar tu vida, esta decisión determinará de qué lado queremos estar con relación al dinero y las situaciones diarias.

 “El dinero no es lo más importante en la vida.” Y con toda la razón, no es lo más importante. Alguien dirá que lo más importante es, la salud, la amistad, la familia. Por supuesto, también el amor es más importante que la comida o bebida, pero cuando no comemos nada durante unos días o no tenemos nada para vestir y alimentar nuestras familias nos daremos cuenta que sería más fácil si tuviéramos un poco de dinero para satisfacer estas necesidades. Es cuando nos damos cuenta de que, entre otras cosas importantes el dinero también juega un papel importante en nuestra vida, que aunque no es lo más importante es una de las cosas más importante que afecta e impacta negativa ó positivamente las más importantes de nuestra vida, tales como la salud, la familia, la fe y las emociones.

Contrariamente a lo que se cree comúnmente del dinero, en sí mismo no es algo malo. A menudo oímos que el dinero nos desmoraliza, y los ricos son en la mayoría egoístas que sólo piensan en su propio beneficio. Sinceramente creo que no es el dinero que define lo que somos. Con el dinero simplemente nos limitaremos a ser nosotros mismos, mostramos lo que realmente somos. Si alguien es egoísta cuando no tiene dinero, cuando lo obtenga será un “gran” egoísta. Cambiando sólo la dimensión de la acción, pero los defectos siguen siendo los mismos. Esto también funciona a la inversa, si alguien es una buena persona siendo rico, lo será también siendo pobre.

El dinero no define la persona ni la forma de ser del individuo, el que es malo, lo será con dinero y sin dinero y el que es sencillo, humilde y generoso, también lo será teniendo y no teniendo dinero.

Millones de personas alrededor del mundo viven en situación de pobreza, sufren de hambre, y no tienen acceso a condiciones dignas de salud y educación. Esas precarias condiciones no sólo ponen en tela de juicio la solidaridad humana, sino que son una de las causas fundamentales de la inestabilidad política, la inseguridad y la violencia en todo el mundo.





La mayor parte de esos problemas se pueden solucionar con dinero; así, si hubiera suficientes recursos se podrían diseñar políticas eficaces para derrotar la pobreza y darle a los más desfavorecidos unas condiciones de vida dignas. De hecho, la mayor parte de esos problemas se concentran en los llamados “países pobres”, mientras que en los “países ricos” la mayor parte de la gente tiene resueltos sus problemas materiales básicos. Si el dinero es tan importante para alcanzar el bienestar económico de la población, ¿por qué los gobiernos no crean más dinero?.

Viajando al pasado recordamos que el dinero es el medio universal de pago, aceptado en todo el mundo y que evitó seguir usando el trueque en las transacciones económicas y comerciales. De esta forma, el que quiere un servicio o un bien simplemente lo paga y se evita el proceso de intercambio de un producto por otro, que gracias al surgimiento del dinero ya no tenemos que hacer trueques para tener algo.

En los orígenes, el dinero estaba respaldado por un patrón de oro, es decir, una pieza de oro, con un peso estándar y conocido previamente, equivalía a una cantidad fija de dinero. Así, tenía que existir tanta reserva de oro como dinero en circulación. Y aquí el primer problema: si un Estado quería poner en circulación más dinero, tenía que adquirir más oro por lo que las políticas monetarias se complicaban mucho cada vez que surgía un problema económico inesperado.

No hace mucho que nuestro país en referencia a la reserva de oro, los billetes todos decían ¨pesos oro¨, es desde los tiempos antiguos donde el dinero debía tener una reserva en un metal precioso, ya sea plata u oro, en este caso de oro.

La naturaleza del dinero ha evolucionado a lo largo del tiempo. La primera forma de dinero fue el dinero mercancía, es decir, un objeto hecho de un material con valor de mercado, como las monedas de oro. Más adelante, apareció el dinero representativo, que consistía en billetes que podían cambiarse por una determinada cantidad de oro o plata.

El dinero es un elemento básico para la prosperidad de la sociedad. Sin dinero estaríamos condenados a vivir en una sociedad rudimentaria basada en el trueque o en la Ley de la selva, donde cada individuo buscaría satisfacer sus necesidades sin pensar en el prójimo más allá de intercambios de subsistencia. 

Tomando como referencia el concepto de dinero, que es todo medio de pago aceptado como tal, hacemos memoria de que también la sal que utilizamos para cocinar también era utilizada como dinero y medio de pago, por esto pagaban a los soldados romanos con sal, era una moneda de cambio, principalmente porque era una de las pocas formas que había de conservar la carne, metiéndola en salazón, donde al momento de recibir su sal la usaban o la vendían. De ahí que viene la palabra salario “salarium”. La palabra salario deriva del latín salarium, que viene a significar algo parecido a pago por sal o pago de sal.

Cuando terminó el imperio egipcio y se instauró el imperio romano, éstos siguieron usando la sal como forma de pago, ya que aún era una gran forma de conservar la carne y demás productos perecederos. Se construyó un camino que conectaba las salitreras de Ostia con la ciudad de Roma, al cual llamaron la “Vía Salaria”. A los soldados romanos que trabajaban en esta vía también se les pagaba una parte del “salario” en sal. A la parte que se le pagaba en sal se le llamaba “salarium argentum” y la otra parte en moneda de plata.

La sal se llegó a usar incluso para comprar esclavos, y de aquí también viene la expresión de “no vale su sal”.


El dinero está presente en muchas de las actividades que realizamos diariamente. Usamos dinero para pagar lo que compramos y para poder hacer cosas cotidianas como transportarnos, ir al médico o ir al cine etc.  Es difícil pensar que transcurra un día normal en el que realicemos nuestras actividades corrientes sin que el dinero esté presente.

Aunque hoy la mayor parte de la gente reconoce la importancia del dinero en su vida diaria, pocos entienden que su importancia económica va más allá de su simple utilidad como instrumento para hacer transacciones; por ejemplo, muchas personas ignoran que cuando la cantidad de dinero que hay en la economía es excesiva, los precios tienden a aumentar de manera acelerada; cuando esto sucede, todas las personas se ven perjudicadas porque pueden adquirir menos bienes y servicios con el dinero que reciben. Para evitar que esto pase existe una autoridad encargada de controlar la cantidad de dinero que hay en la economía, este caso corresponde al Banco Central.

El dinero no ha consistido siempre en las monedas y billetes que conocemos; así, algunas sociedades han utilizado como dinero ciertos objetos peculiares; por ejemplo, durante mucho tiempo en la antigua China fueron aceptados las espadas, los azadones y los cuchillos como forma de pago, en tanto que en la antigua Grecia llegaron a aceptarse los clavos de hierro para hacer transacciones y nos parecía absurdo o extraño para estos tiempo para también se utiliza sal para pagar a los obrero, que es de donde proviene la palabra salario.


Autor

Henry Valdez Montero, M.A.
Mercadólogo y economista

La Disciplina Financiera




¿Como ser disciplinado en materia financiera?
Disciplina Financiera

La disciplina es la capacidad que tienen las personas para poner en práctica una serie de principios, normas y reglas relativas al orden y la constancia sobre algo y para actuar en forma ordenada, tanto para la ejecución de tareas, propósitos y actividades cotidianas como en sus vidas en general.

Cuando hablamos de disciplina también conlleva hablar de autoexigencia, osea la capacidad para exigirnos a nosotros mismos un fiel cumplimiento en algo, y  para hacer las cosas de la mejor forma posible, en ese sentido es pedirse a sí mismo un esfuerzo extra para lograr algún objetivo propuesto.

En este artículo queremos referirnos a la disciplina en materia financiera y la forma de cómo podemos lograrlo.

La disciplina en las finanzas, supone la capacidad para controlar los impulsos en los gastos, gastar en las necesidades básicas, tener un orden establecido en los gastos y ahorrar para los días difíciles, todo en la vida, desde las plantas, la tierra, los animales hasta el sistema solar, tiene una disciplina; Y el ser humano no es un caso excepcional.


No podemos pretender ser disciplinados de repente en ninguna área de nuestra vida, y de forma impecablemente continuada desde el momento que deseamos serlo, debemos empezar quizás con los detalles más pequeños para que poco a poco ir ampliando el ejercicio.

A continuación trataremos algunos pasos necesarios para trabajar la disciplina financiera en nuestras vidas.

Clasificación de los Gastos: Clasificar nuestros gastos no es tan sencillo como pudiera verse, pues esto conlleva, hacer una lista de todos los gastos de manera general y total e irlos clasificando por orden de prioridades e importancia, un ejemplo de estos pueden ser el pago de la renta, de la luz, de las tarjetas de crédito y prestamos, donde se anote al lado del concepto del pago el monto a pagar y así sucesivamente hasta anotarlos todos.

Registro de ingresos y egresos: Si no los proponemos, podemos ser nosotros mismos nuestros propios contadores. Para llevar un registro de nuestros gastos, debemos anotar en una libreta todo el dinero que nos entra y sale cada mes. Para visualizarlo mejor, lo hacemos  detalladamente durante tres meses, así podremos determinar cuáles son los promedios, y de este modo podemos darnos cuenta de cuáles son las actividades en las que más dinero gastamos, y evaluar por dónde reducir los costos.

Fijarnos metas: Si deseamos ahorrar para algo, debemos saca la cuenta de cuánto debemos apartar cada mes y cuánto tiempo nos tomará completar dicha suma. Sin embargo, debemos tomar más previsiones que solo en guardar el dinero. Pensemos en factores como la devaluación de la moneda o los gastos emergentes que nos pueden ocurrir. En cualquiera de los casos debemos tener un plan  b y c, como invertir en bienes que se revaloricen o tener un fondo destinado para emergencias y eventualidades no programadas,  la idea es que no se nos quebrante la meta y propósito del ahorro.


Control de gastos: Una manera fácil para controlar los gastos es no visitar tiendas, joyerías ó lugares de ventas de artículos que nos pudieran interesar, así nos limitamos a ver algo que nos guste y nos podemos ver tentado a comprarlo ó recurrir a deudas para adquirir algo no en realidad no necesitamos sino mas bien que queremos. Hasta que no aprendamos a diferencias las cosas que queremos de las que necesitamos pudiéramos siempre estar cayendo en gastos innecesarios.

El ahorro: debemos proponernos ahorrar por lo menos el 10 por ciento de nuestros ingresos mensuales, y así en la medida que nos sea posible sin afectar nuestra calidad de vida ir incrementando el monto destinado al ahorro cada mes, de esta manera iremos fortaleciendo la cantidad ahorrada y nos sentiríamos cada vez más satisfechos con nosotros mismo al ver que lo estamos logrando.

En el ámbito de las finanzas personales la eficiencia financiera se refiere a obtener los mejores resultados en cuanto a ahorro e inversión de recursos económicos invirtiendo la menor cantidad posible de tiempo, en tal sentido te hacemos las siguientes recomendaciones.

Mantener el orden y ser disciplinado

Para lograr la eficiencia en las finanzas personales, como en otros aspectos de nuestras vidas; existen dos elementos primordiales que son: el orden y la disciplina. Sin embargo, llevar una vida financieramente ordenada no quiere decir necesariamente tener un control obsesivo sobre todas las operaciones y vivir con temor permanente ante los posibles riesgos. Simplemente se trata de día a día estar al tanto de nuestros ingresos y gastos y mantenerlos controlados  para poder planear nuestro futuro con mayor facilidad y comodidad.





Mantener el dinero en movimiento 
Para aumentar nuestro patrimonio es necesario poner el dinero en movimiento, es decir, invertir. De nada nos sirve tener dinero ahorrado si lo guardamos debajo del colchón. Hay que tener en cuenta que con el paso del tiempo (debido a la inflación y alza de los precios) el dinero tiende a perder su valor relativo, por lo tanto al paso del tiempo, meses o años, lo que hemos guardado ya no nos sirve para comprar lo que en otro momento hubiéramos podido comprar con esa misma cantidad. Por tal razón, para aumentar la eficiencia financiera es necesario que invirtamos en instrumentos de ahorros (Certificados de depósitos, acciones ó bolsa de valores) disponible en las instituciones financieras, que se acomode mejor a nuestras necesidades y expectativas.

Mantenernos informados
Por último, una estrategia indispensable para ser más eficientes en lo financiero es mantenernos siempre informados de lo que ocurre a tu alrededor, es decir mantenerte al tanto de los cambios no solo en lo financiero si no también en lo político, económico  y en lo social, (alza y baja de las monedas extranjeras, de los precios y los servicios), tanto en el país como en el mundo. Recordando siempre que una persona bien informada toma las mejores decisiones.

Autor.
Henry Valdez Montero, M.A.
Mercadólogo y Economista

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